La selección de fútbol israelí y la línea aérea El-Al hacen noticia en todo el mundo y generan un gran Kidush Hashem.

 


1) El Kidush Hashem de la selección de fútbol israelí en Ucrania: ¿quién ganó realmente?

Las selecciones nacionales de fútbol de Ucrania e Israel se enfrentaron el 14/08/13 en un partido amistoso en Kiev. Los locales ganaron por 2-0.

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Pero en la capital ucraniana, aparte de la lógica satisfacción por el triunfo, lo que hizo titulares después del encuentro fue lo que sucedió antes de iniciarse el mismo.

Sucedió que ambas selecciones, guiadas por los árbitros, se alinearon frente a la tribuna principal para a escuchar los himnos.Ambos equipos salieron al campo de juego acompañados, como ya es habitual en partidos internacionales, por 22 niños del lugar, una costumbre cuya intención es trasmitir a las nuevas generaciones que el deporte va más allá de la victoria sobre el rival y que el objetivo principal es ganar… sin perder lo humano.

Pero como dice el refrán: «Uno propone y Dios dispone». En ese mismo momento se desató un verdadero diluvio sobre el estadio.

Fue entonces que los jugadores israelíes se quitaron sus buzos de abrigo que llevaban sobre las camisetas nacionales para proteger a los niños que los acompañaban.

Los jugadores ucranianos no procedieron de igual manera. Ni se inmutaron. ¿Llueve? ¡Que llueva! Se quedaron con los abrigos puestos.

Los chicos que estaban delante de ellos tuvieron que aguantar el diluvio estoicamente parados con camisetas de mangas cortas.

El hecho —registrado por las cámaras— fue muy criticado por la prensa deportiva internacional, que además destacó el gesto de los jugadores de la selección israelí.

Caben dos interrogantes: ¿Quién ganó realmente? ¿y quién perdió?

Extraido de israelenlinea.com


2) El Kidush Hashem de El-Al: Un avión a punto de despegar regresó para buscar a una niña con cáncer.

El vuelo de Tel Aviv hacia Nueva York regresó a la puerta de embarque luego de 15 minutos de espera en la cabecera de la pista, para recoger a un niña de 11 años que había perdido su pasaporte. De acuerdo con el rabino Iaacov Pinsky, director de “Jaieinu” que es la filial israelí de los organizadores de la actividad, los niños pasaron una revisión médica previa al vuelo y se comenzó con la colecta de los respectivos pasaportes. En ese instante descubrieron que un documento faltaba y pertenecía a Inbar Chomsky, un chica de 11 años de la localidad de Rejovot. Tras una exhaustiva búsqueda, nadie había podido localizar el pasaporte y como el tiempo pasaba, ya con un retraso de 25 minutos en la partida del avión, admitieron la “derrota” y comunicaron a la madre de Inbar que su hija, que tan valientemente pelea contra la enfermedad, no podría abordar la aeronave y participar del campamento.

“Todos estabamos en shock. Bajar de una actividad a una niña pequeña no es fácil, y menos alguien en su situación. El personal de la aerolínea tenía lágrimas en los ojos y lloraron con Inbar.” Contó Elad Maimon, coordinador de la sucursal israelí de “Jaieinu”.

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Cuando el avión estaba en la cabecera de pista a punto de despegar, hallaron el pasaporte en la mochila de otro niño dentro del avión y las azafatas comunicaron al personal de tierra la noticia.

Los aviones rara vez vuelven a esas alturas. Llevó 15 minutos de comunicaciones entre la torre y las oficinas de EL AL y otra media hora de espera, hasta que la tripulación fue autorizada a regresar a la puerta de embarque y permitir a Inbar abordar.

“Su sueño se hizo realidad” escribió Pinsky. “Al contrario del malhumor que usualmente se produce con las demoras, en el vuelo 007 de EL AL hubo aplausos y lágrimas”.

La aerolínea israelí destacó que “el personal de la empresa se siente honrado y orgulloso de haber podido hacer que el sueño de Inbar de concurrir al campamento en Estados Unidos se convierta en realidad, y le desea salud y una pronta y completa recuperación”.

Extraído de aviacionrd.com

 

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