Este es el layout de un shiur impartido por Rav Itzjak Sakkal sobre Shavuot y la película Frozen a un grupo de chicas que están en proceso de teshuvá y que se sienten incomprendidas pues en su entorno nadie piensa como ellas. Este contenido no está dirigido a ti como Mekarev en particular, sino que es simplemente un ejemplo sobre cómo un tema actual como la película Frozen se puede utilizar de manera didáctica para entregar contenido a un grupo de estudiantes. 

 

Cuando Dios entrega las tablas de la ley dice que está escrito: Hamijtav Jarut al haujot (La escritura estaba tallada sobre las tablas), el midrash dice: al tikra jarut, ela Jerut. (no leas Tallada ‘jarut‘ sino libertad ‘jerut‘, la frase quedaría: las palabras sobre las tablas son la libertad)

La filosofía del mundo laico, es ser libre, poder hacer todo lo que se le da la gana. En cambio los religiosos, están atados y esclavizados a un motón de obligaciones y preceptos, que no los dejan ser libres y poder hacer lo que quieran cuando quieran y con quien quieran y como quieran. Para el mundo laico, uno puede hacer lo que le plazca, siempre y cuando no cause daño al prójimo.

Aparentemente, el verdadero esclavo es el observante y el realmente libre es el laico.

Los sabios suelen afirmar: el siervo de Dios es el verdaderamente libre. Esta frase, es contradictoria en sí misma, pues si es siervo, entonces no es libre.

Pero debemos ahondar más en este tema. Cuando alguien laico dice que hace lo que él quiere, debemos preguntarnos, ¿quién es el verdadero yo?. ¿Quién es el que desea?

Cuando dice que quiere algo, ¿Quién es realmente el que está deseando? ¿Qué o quién es el que le dice que quiere tal cosa al individuo? ¿Quién es el verdadero yo?

Para ilustrarlo esta idea, imaginemos la fiesta de pesaj, un judío le dice al otro, que esa semana él no va a comer pan. El otro le contesta que a él le encantaría poder observar el pesaj también, pero que no puede estar una semana sin pan.

La pregunta entonces es ¿Quién es realmente libre y quien es el esclavo? Si dice que él no puede, entonces el que no es libre es él.

En otras palabras, ¿Cuándo realmente decidimos nosotros y cuando nos dejamos llevar por nuestros instintos, pasiones y debilidades y lo disfrazamos diciendo que en realidad es lo que nosotros elegimos hacer?. ¿Hasta qué punto somos presa de nuestras pasiones y no podemos o no queremos contenerlas y/o controlarlas?.

La Torá pone al individuo en una situación en que no se deje llevar por sus impulsos, y hacer lo que realmente es correcto y adecuado hacer.

Si bien disfruta de los placeres materiales, eso no quiere decir que debe vivir sumergido en ellos. Deben tener un justo lugar y un límite claro. No puede vivir toda su vida corriendo en pos de los placeres. La vida tiene otro objetivo más elevado.

Ahora bien, la libertad es sin duda uno de los logros más importantes del hombre moderno. Entonces, podemos preguntarnos respecto del judaísmo: ¿Por qué tengo que vivir de acuerdo con las reglas de la Torá? ¿Por qué no puedo hacer lo que yo quiero? El judaísmo puede resultar para muchos un conjunto de costumbres y rituales sin sentido, anticuados y primitivos.

Al judaísmo nunca le asusto la pluralidad de ideas, el Talmud está plagado de ello, pero no hay que confundir pluralidad con ausencia de referentes claros. El campo del judaísmo es amplio, se puede ser más o menos observante, podemos integrarnos al mundo moderno pero sin resignar un ápice de lo eterno, teniendo plena conciencia de dónde está el límite entre la forma adaptable y la esencia intocable del judaísmo.

Volvamos a nuestro tema: la libertad. Libertad tal como está definida en los diccionarios, es capacidad de elección. Deducimos, entonces, que si no tiene lo que elegir, ¿cómo puede ser libre?. Para ejemplificarlo imaginemos a una persona a quien le pedimos que elija un lápiz, y sólo le ofrezco uno para elegir. En realidad, no puede ser libre, ya que no tenía otra opción. Pero si le ofrezco otro, si él sabe que hay otro (conoce) entonces sí podrá elegir, estará ejerciendo su libertad.

Muchos judíos abandonan el judaísmo sin siquiera conocerlo. Ese es el problema, eso es lo mas doloroso y molesto. ¿Por qué no se dan la posibilidad de elegir, de ser libres? Primero conocer la fe judía y luego si deciden dejarla, su actitud sería más entendible. Pero antes de abandonar la fe de sus padres y ancestros, por lo menos podrían averiguar un poco más, hacerse algunas preguntas como: ¿qué es lo que estoy dejando? ¿Cuáles son las normas del judaísmo y por qué son así ? ¿Cuál es el objetivo de la Torá?…

Al respecto existe un famoso ejemplo de una persona que observa por la ventana a un grupo de gente que está bailando al compás de la música, pero como este individuo se encuentra fuera de la casa y las ventanas están herméticamente cerradas, no puede escuchar la música que se escucha dentro del salón, por lo tanto no entiende por qué esa gente ahí adentro está saltando y moviéndose como locos. En realidad la gente que está adentro del salón no está loca, sino que ellos se están moviendo al ritmo de la música que el individuo que está afuera no puede captar. Así muchas veces, le pasa a aquel que quiere negar los preceptos, lo que internamente le pasa es que su alma no está escuchando la música….

Muchas veces, cuando un/a joven comienza a acercarse al judaísmo y quiere vivir de acuerdo a sus preceptos, suele chocar con su familia, amigos/as, etc. Al principio, suele esconder su decisión, y cuando está junto a ellos, trata de ocultarlo y ser como los demás, ya sea por el temor al que dirán, o por miedo a parecer ridículo/a, etc.

Su vida se va transformando en un conflicto interior. Por un lado, no quiere quedar mal y por el otro su interior le grita que no puede seguir fingiendo más.

Así sus padres le dirán que está loco/a, que debe tratar de ser como todos los demás. Por un tiempo podrá ocultarlo y fingir, pero a la larga no podrá contenerlo más y tendrá que demostrar a los demás lo que es.

Algunos le dirán que le lavaron la cabeza. Esta frase suena, muy dura y denigrante. Pero si la analizamos, en realidad es un cumplido, es todo un halago. Pues hasta ahora nos dejábamos llevar por cualquier cosa, por la corriente, por la moda, por el que-dirán, por no querer ser distinto, etc. Pero ahora, aprendemos a pensar, a analizar, a cuestionarnos el verdadero sentido de la vida, a no correr solamente detrás de las cosas que nos son placenteras. Es por eso que a Abraham lo llamaron Haibri, el que iba en contra de la corriente. Entonces en ese sentido, sí que hemos experimentado un lavado de cabeza, pues antes tenía la cabeza manchada y sucia con todo tipo de pasiones e impulsos y ahora no pienso como antes, ahora reflexiono, analizo y tomo decisiones.

Teniendo en cuenta todos estos puntos, analicemos la letra en español de la película Frozen

La nieve pinta la montaña hoy
No hay huellas que seguir
La soledad un reino y la reina vive en mí
El viento ruge y hay tormenta en mi interior
Una tempestad que de mí salió

Se siente sola pues en su entorno nadie piensa como ella. La Verdad (la reina) ya vive en su interior, descubrió el verdadero sentido de la vida. A causa de eso, le causa discusiones con sus familiares y amigos.

Lo que hay en ti, no dejes ver
Buena chica tú siempre debes ser
No has de abrir tu corazón
Pues ya se abrió

Sus padres y amigos, le incitan a que sea como los demás, que guarde esas ideas para sí, pero que no deba sacarla a relucir. Pero llega un momento en que ya no puede ocultarlo más.

Libre soy, libre soy
No puedo ocultarlo más
Libre soy, libre soy
Libertad sin vuelta atrás
Y firme así me quedo aquí
Libre soy, libre soy
El frío es parte también de mí

En un determinado momento, decide darse a conocer tal como es, y es cuando se siente libre y decide no volver atrás con su decisión. A pesar que le dicen que se deja llevar que sea “normal” Ya no se deja llevar por la pasión, sino que piensa fríamente. Sabe que debe ser coherente con lo que piensa.

Mirando a la distancia, pequeño todo es
Y los miedos que me ataban muy lejos los dejé
Lejanía me haces bien, ya puedo respirar
Lo sé a todo renuncié, pero al fin me siento en paz

Ahora que ve todo bajo esta perspectiva se da cuenta que los miedos anteriores, no tenían asidero. Que si bien debió renunciar a ciertas cosas y a un sistema de vida, ahora encontró todo un mundo nuevo en el cual se siente más sincera, coherente y feliz

Libre soy, libre soy
No puedo ocultarlo más
Libre soy, libre soy
Libertad sin vuelta atrás
Y firme así me quedo aquí
Libre soy, libre soy
El frío es parte también de mí 

Fuerte, fría, escogí esta vida
No me sigas, atrás está el pasado
Nieve lo cubrió
Libre soy, libre soy
No puedo ocultarlo más

Esto es Emuna. Vivir en forma coherente con una verdad que captamos. Cuando tenemos el coraje de vivir así es cuando realmente somos libres.

A esto nos referimos cuando dijimos: La LIBERTAD reside en actuar de acuerdo a nuestra verdadera naturaleza y objetivos y no de acuerdo al sentir momentáneo.

Dios, el Creador de todo, solo Él sabe cómo funcionan las cosas. Por ello nos otorgó la Torá; por medio de ella nos da los instrumentos para que podamos vivir de una manera sana y productiva

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