Rosh Hashaná llega majestuosamente al comienzo del calendario judío, marcando el principio de los Iamim Noraim (Días de Sobrecogimiento). Éste es un tiempo intenso de introspección, plegarias y esfuerzo de desarrollo personal. En Rosh Hashaná coronamos a Dios como Rey en medio del sonido del Shofar y comenzamos los Diez Días de Arrepentimiento que culminan con el ayuno de Iom Kipur, el Día del Perdón. Hay tres clases de Morashá relativas a Rosh Hashaná: la primera se refiere al ciclo del calendario judío y al Juicio Divino; la segunda clase, trata sobre los temas del servicio de Musaf de Rosh Hashaná: La Soberanía o el Reinado de Dios (Maljuiot), las Remembranzas (Zijronot) y el Shofar (Shofarot). La tercera clase examina dos de los componentes vivenciales de Rosh Hashaná: los simanim que comemos la primera noche de Rosh Hashaná y la costumbre de Tashlij.