La Tierra de Israel ocupa un lugar fundamental en la historia del pueblo judío. Sus cualidades físicas y espirituales la convirtieron en el objeto del anhelo de generaciones de judíos. El propósito mismo del pueblo judío –un pueblo cuyo valor más elevado es vivir de acuerdo a la sabiduría de Dios- está íntimamente asociado con el hecho de vivir en la tierra de israel. Con respecto a un nivel individual, el desarrollo de la persona en lo relativo a su carácter y a la cercanía con Dios se ve facilitado cuando la persona se encuentra presente en la tierra de Israel.