Con justicia, la Torá puede considerarse como un registro de la historia de la revelación. Comenzando con la creación del primer hombre, la Torá relata su conversación con D’os. A continuación se nos presentan los patriarcas, quienes llevaron a la formación del pueblo judío. La Torá culmina con las experiencias de los Hijos de Israel en el desierto del Sinaí, donde oyeron hablar a D’os y donde Moshé les enseñó la Torá. E incluso después de la muerte de Moshé, D’os continuó comunicándose con la humanidad a través de Sus profetas hasta la época del Segundo Templo.

Estas revelaciones forman la base de toda la ley judía, y por lo tanto esta primera clase de la serie de Morashá sobre el Sistema de la Halajá debe exponer claramente la historia de estas revelaciones. Comenzando desde Adam mismo, recorreremos el registro de la comunicación de D’os con la humanidad y explicaremos de qué manera estas revelaciones fueron desarrollando la Halajá, la ley judía.